Desde las redes

Al menos 35 muertos y un centenar de heridos en un doble atentado en Bagdad

Menos de un mes después de la declaración de la victoria contra el grupo yihadista Daesh, el terror volvió a golpear en Bagdad. Dos suicidas se inmolaron en la céntrica plaza de Tayaran a primera hora de la mañana y al menos 35 personas perdieron la vida y otras cien resultaron heridas. Fue el clásico atentado que tan bien conocen los iraquíes en el que los suicidas actúan de forma coordinada para causar el mayor número posible de víctimas.

Se busca un objetivo sencillo, como esta plaza donde cada mañana se juntan cientos de jornaleros de la construcción que esperan a que alguien les contrate para trabajos ocasionales, primero se inmola uno y después, cuando la gente acurre al socorro de las víctimas, llega el segundo kamikaze. Fue la segunda operación suicida en Bagdad en un espacio de 72 horas, ya que el sábado otras cinco personas murieron en un ataque perpetrado en un punto de control de las fuerzas de seguridad en el norte de la capital.

bagda

Durante los tres años de guerra contra el «califato» el número de atentados se redujo en Bagdad, pero perdido su territorio en Irak y Siria, los yihadistas vuelven a la insurgencia y emplean el terror como el arma más efectiva para mantener el pulso a las autoridades de Bagdad y llamar la atención de la comunidad internacional.
Elecciones en mayo

El primer ministro, Haidar al Abadi, se reunió con los comandantes militares y de inteligencia en la sede de la comandancia de Operaciones de Bagdad e instó a «eliminar las células latentes» que los yihadistas conservan en todo el país tras la caída del califato. El dirigente chií sabe que la seguridad es una baza clave de cara a las elecciones de mayo y por eso, tras las victorias contra Daesh y el intento secesionista kurdo, espera acabar también con la amenaza yihadista.

El primer ministro anunció durante el fin de semana su intención de presentarse a la reelección y lo hará al frente de la recién creada Alianza de la Victoria, integrada por el Movimiento Hikma, encabezado por el clérigo chií Ammar al Hakim, y las Fuerzas de Movilización Popular, la coalición de milicias principalmente chiíes que ha sido determinante en la guerra contra Daesh. Abadi se verá las caras en las urnas con su antecesor, Nuri Al Maliki, que volverá a liderar la coalición Estado de Derecho.