La Romana

Geografía de la provincia La Romana

 Superficie: 653.95 kilómetros cuadrados.

Límites: Esta provincia limita por el Norte con la provincia El Seibo, por el Este con la provincia La Altagracia, al Sur con el Mar Caribe y al Oeste con la provincia San Pedro de Macorís.

Montañas: En esta provincia no hay montañas de significación.

Hidrología: Los principales ríos son Cumayasa, La Romana (o Río Dulce) y Chavón.

Economía: La principal actividad agropecuaria es la producción de caña de azúcar seguida de la ganadería vacuna, tanto de leche como de carne. En cuanto a industrias, la principal es la producción de azúcar.

Turismo: Hay una fuerte actividad turística, especialmente en la Isla Saona. Le siguen en importancia la ciudad de La Romana, Altos de Chavón, la Isla Catalina y Cumayasa.

CONDICIONES NATURALES

La Romana es una de las provincias de la Región Este que posee valiosos recursos naturales, que la he hecho merecedora de reconocimiento internacional, de manera particular en el renglón turístico.

No obstante ser una de las provincias más pequeñas del país, tiene dentro de su jurisdicción territorial a las islas Catalina y Saona.

Existe una creencia muy arraigada de que Cristóbal Colón descubrió la isla Saona, sin embargo ya se ha establecido y existen documentos probatorios de que su verdadero descubridor fue Michel Cunneo de Savona a mediados del 15 de octubre de 1495, el cual fue su primer propietario.

Esta bella isla, joya turística por sus excelentes condiciones naturales, forma parte del Parque Nacional del Este, La isla Saona, llamada antigüamente por los indígenas como Adamanay fue descubierta por Michel Cunneo de Savona según los documentos de la Raccolta Colombina publicados por la Unión Colombina. De acuerdo a este documento Cunneo de Savona fue su primer propietario y así lo escribió en una de sus cartas escritas desde la isla.

En la Raccolta Colombina se cuenta que cuando el almirante regresaba de la costa suroeste de La Española luego de descubrir la costa sur de Cuba y la isla de Jamaica, el almirante no se dio cuenta de la existencia de un canal que los separaba de tierra firme y quien se lo hizo saber fue el propio Cunneo. Al darse cuenta de su error, Colón lo admitió y bautizó la isla con el nombre de la “bella savonesa”, pero con el tiempo en vez de llamarse savona fue perdiendo la v, hasta que adquirió propiedad el término Saona.

Respecto a la existencia de monos en la isla, podemos asegurar que esto es incierto. Sólo se ha registrado un intento de introducir monos en territorio dominicano y fue en la isla Catalina en la década de 1950 junto a otros animales exóticos. Naturalmente este intento fue fallido debido a las exigüas condiciones ecológicas de la misma.

Prácticamente todos los accidentes geográficos de la isla Saona están debidamente identificados, en especial sus puntas llamadas punta Catuano, cerca del paso del Catuano, punta El Pontón, punta Caleta, cerca de la bahía catalinita, punta Belagüe, punta Cana, punta Los Griegos, punta Quijada de Ballena, punta Cruz, punta Canto de la Playa, punta Laguna, punta Toro, punta Delfín y punta Gorda. También la Laguna del Surgidero, laguna Canto de la Playa, el Hoyo de la Baría, Boca Chica, laguna Sucucho.

En el año 1945 ocurrió el poblamiento moderno de la isla Saona cuando el dictador Rafael Leonidas Trujillo, ordenó que 12 colonos fueran a sembrar allí.

También el dictador construyó casas y al final de su régimen dispuso a edificar una cárcel, en la que posteriormente fue acondicionada para luego convertirse en un destacamento de la Marina de Guerra.

Tres de los primeros pobladores de la década de los cuerenta todavía viven en la isla y uno de ellos es Plutarco Javier que llegó allí en diciembre del año 1946 por la tranquilidad que tenía la zona.

Las familias fundadoras fueron unas catorce en total, las cuales procedían del Seibo, Higüey y La Romana, las cuales eran subsidiadas al principio por el gobierno y se dedicaban a la quema del carbón y a la pequeña agricultura.

Uno de los gestos más significativos que tuvo la isla Saona ocurrió en enero de 1992 cuando autoridades de la provincia italiana de Savona entregaron a esa comunidad una planta de 120 kilovatios.

El acto de entrega de la planta se hizo junto a la inauguración de un monumento en honor al descubridor de la pequeña isla, pues Michele de Cunneo nació en la provincia de Savona, Italia.

A las condiciones naturales de La Romana se le agregan el refugio de vida silvestre del río Soco, os monumentos de río Cumayasa y Cueva de las Maravillas y el monumento natural de Isla Catalina.