Provincias Dominicanas

San Pedro de Macorís, el pequeño París de los años 20

Santo Domingo, RD. Con grandes balcones ostentosos, edificios de antaño que le dan un toque colonial y caribeño, San Pedro de Macorís recibe a sus visitantes y los transporta hacia el siglo XX a través de edificaciones en distintos estilos arquitectónicos que hicieron que fuera conocida como el pequeño París de la época.

Según el historiador y sociólogo José Oviedo, entre 1870 y 1930 San Pedro se convirtió en la capital económica del país debido al auge de la industria azucarera a nivel global por la gran demanda de azúcar en Estados Unidos y Europa.

Durante esos 60 años San Pedro concentró uno de los puertos más importantes de la región, recibía barcos de vapor y exportaba azúcar. Allí se asentaron las familias más adineradas, emigrantes de Holanda, España, Francia y Medio Oriente que desarrollaron la actividad comercial. Su riqueza en la arquitectura proviene de artistas vanguardistas que vinieron desde Europa, y hoy en día todas las casas conservan los balcones ligados a Art Nouveau.

“Estos arquitectos vinieron y empezaron a hacer sus edificaciones aquí, uno de los artistas más reconocidos es Antonin Nechodoma, autor de varias edificaciones importantes en el país”, explica Oviedo.

En San Pedro existían muchos teatros donde se celebraban óperas y operetas, la ciudad se llenaba de personalidades importantes, artistas, poetas que venían a presentar sus actos. Por eso le llamaban la tacita de oro. Hoy en día es muy poco lo que se conserva de estas edificaciones.

“Hace 60 años, se podía ver los barcos de vapor llegar hacia el puerto llenos de turistas que se deleitaban viendo todos estos edificios desde que arribaban al puerto, lástima que hoy día todo esto permanezca en el olvido”, manifiesta el experto en estudios culturales.

Estilos
Los estilos en la arquitectura son tan variados debido a que todos los movimientos se dieron al mismo tiempo. El experto cita el estilo Art Deco, el cual se caracterizó por emplear figuras geométricas, y el Art Nouveau, que empleó las figuras florales y animales.

Todo esto combinado con el estilo victoriano caribeño, detalles en “ginger bread” vidrio y hierro, convirtieron a San pedro de Macorís en una de las vanguardias arquitectónicas de todo el continente americano.

La primera construcción de tres pisos en el país fue el famoso edificio “Morey”, que para 1921 era el gran hotel “Savoy”. Esta construcción tiene una torre que empieza a partir del segundo nivel, mejor conocida como “torre en voladizo”.

Dentro del academicismo francés, esta torre es única, con detalles en vitrales y balcones en hierro, en la parte de arriba tiene un estilo de “ginger bread”, completamente distinta a las torres que se usaron en Europa. Era utilizada en el Caribe inglés y en Haití.

Patrimonio al descuido
Todos estos edificios representan la riqueza cultural de San pedro de Macorís, una ciudad que prevalece a través del tiempo con muchas riquezas históricas que se están perdiendo debido al poco interés que existe en la restauración del patrimonio. “En casi todos los países hay un movimiento de restauración de los centros históricos, ciudades como Mérida han sido restauradas. Si se restaurara esto aportaría mucho al país”, indica el sociólogo.

La catedral.
La catedral de San Pedro de Macorís comprende un estilo gótico, caracterizado por sus techos altos, largas columnas y ventanales ostentosos con figuras geométricas.

Antonín Nechodoma.
Fue un famoso arquitecto de la época que hizo varias edificaciones en distintas ciudades del país durante la década de 1920.

Tomado de https://listindiario.com