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Los tesoros escondidos de Río San Juan

Río San Juan, María T. Sánchez .- En la costa Norte de República Dominicana, a unos 180 kms. de la ciudad de Santo Domingo, se encuentra Río San Juan, un pequeño poblado que seduce a los visitantes por sus encantos naturales y amabilidad de su gente.

El verdor de su entorno y exuberante belleza de sus playas la convierten en un lugar casi idílico para los amantes de la naturaleza.

De unos 272 kms de extensión territorial y unos 17 mil habitantes, la actividad económica de Río San Juan se sostiene de la ganadería, la agricultura y debido a que es un pueblo costero la pesca también representa un pilar para sus habitantes.

El “descubrimiento” inicia al embarcarte en Laguna Gri Gri, considerada monumento natural, tiene la peculiaridad de que en el confluyen aguas del mar y aguas subterráneas desde una montaña. Desde ahí, a bordo de un pequeño bote un guía de la zona te detalla informaciones del lugar, su flora y su fauna.

En el trayecto del mismo se pueden apreciar los mangles, cuyas fuertes raíces están cimentadas en el lago y parecen formar una enorme mano que cuida la biodiversidad de la zona. Un experiencia enriquecedora la conforma el avistamiento de las aves que allí anidan, como son garzas, mauras, gallaretas y también los diversos peces como lisa, pargo, palometa, ostiones, cangrejos, entre otros.

Las cristalinas aguas te conducen “mar adentro”, y poder apreciar la belleza natural de Playa Escondida, es todo un espectáculo. Sus hermosas aguas azul turquesa y la frondosa vegetación de sus alrededores le convierten en un verdadero paraíso terrenal.

Esta playa hace honor a su nombre, pues parece estar “escondida” lo que le permite mantener casi virgen su entorno.

Para quienes disfrutan el contacto con la naturaleza, visitar la Cueva de las Golondrinas es toda una experiencia, pues adentrase en el hábitat de esas aves y poder disfrutar su sonido y el revolotear de sus alas, al tiempo de verles anidar sus huevecillos (sumado a la imponente gruta) da la sensación de estar en un santuario casi mágico.

Durante el recorrido puedes apreciar los bancos de corales, también llamados “selvas del mar” que forman uno de los ecosistemas más diversos de la Tierra. Algunos prefieren utilizar embarcaciones con suelo de cristal para observar las especies marinas y otros prefieren realizar “snorkeling” para tener una experiencia más vivencial.

La travesía también te lleva hacia el puente natural, desde el cual se observa esta obra de la naturaleza donde se unen dos grandes rocas dejando un hueco en el centro, dando forma a un pasarela. Otra de las “obras naturales” que se pueden observar en el recorrido es la Cara del Indio, donde una roca forma, de manera casi perfecta, la imagen de un indígena y una parada obligatoria en la “piscina natural” de hermosas y cristalinas aguas.

Para cerrar con broche de oro, una parada más prolongada en Playa Caletón, también llamada la Piscina Natural. Un lugar tranquilo, aguas azules y arena dorada, adornada por los manglares. Preferida por los grupos y familias, debido a que la quietud de sus aguas no representa gran peligro para los pequeños, y por aquellos que desean pasar el día en un lugar que invite al descanso y la relajación.

Otros tesoros

En un tramo comprendido por casi 4 kms. puedes deleitarte con tres playas, ubicadas casi consecutivamente, ideales para quienes prefieren disfrutar la naturaleza en un ambiente sosegado.

Playa Los Mino, de fácil acceso desde la calle. Te seduce con sus tranquilas aguas, casi transparentes, suave oleaje y fina arena.

Playa los Muertos, su nombre porque a mediados de 1800 ahí existía un camposanto y aún quedan vestigios de algunas lápidas y osamentas; en ese mismo tramo se encuentra Playa Los Guardias.

Un caminito, casi escondido, te conduce a estas hermosas playas, donde erguidos cocoteros y un majestuoso mangle repleto de nidos de garzas te dan la bienvenida.

Oferta gastronómica

Como buen lugar costero su gastronomía gira en torno a las especies marinas. Las langostas, ostiones, gambas, pescados, cangrejos y camarones son los platos predilectos por visitantes y moradores.

Justo frente a la Laguna Gri Gri está Café de París, un restaurante que por sus exquisitos platos, frescura y buen servicio se ha convertido en un referente, casi obligatorio, de Río San Juan. Restaurante La Orquídea, una opción para disfrutar comida típica y variedades de pescados en un ambiente acogedor, y restaurante El Carretón para los que prefieren comer algo rápido pero delicioso.