San Juan

San Juan y su Historia

San Juan de la Maguana es una de las Ciudades más antiguas del país. Ocupa el mismo valle donde tenía asiento el cacicazgo de Maguana y el histórico “Corral de los Indios”. Su líder y caudillo fue Caonabo (que en lengua aborigen quiere decir «gran señor de la tierra»), indómito cacique que libró una dura batalla contra los colonizadores españoles.

San Juan de la Maguana fue fundado a principios del siglo XVI (hacia el año 1504) por el Adelantado Capitán Diego Velázquez, a orilla del río San Juan. El mandato para su fundación fue ordenado por Nicolás de Ovando, gobernador de la isla para la época.

Desde su inicio San Juan fue una villa floreciente por la riqueza de su flora y la benevolencia de su clima. El cultivo de frutales y comestibles de todo tipo, además de la explotación de la caña de azúcar como renglón comercial de importancia, constituyeron el renglón principal para el empleo de mano de obra. San Juan poseyó en principio cuatro «trapiches» para la explotación de la caña a los que los colonos llamaban «ingenios». El primero de estos trapiches estuvo instalado en el centro de la población.

Dependiendo de esta villa fueron las labranzas y caseríos de La Higuera, asiento patriarcal del «encomendador» Don Francisco de Valenzuela y lugar de nacimiento del indio Guarocuya. Guarocuya es el nombre aborígen de Enriquillo, quien se alzaría en armas contra los colonizadores.

Originándose en las llanuras de San Juan de la Maguana y cubriéndose de gloria en las abruptas sierras de Bahoruco, la denodada lucha librada por el indio Enriquillo contra las huestes españolas llena de orgullo nuestro pueblo y simboliza la primera gran batalla por la libertad en América recién conquistada. La imposibilidad de vencer las fuerzas indígenas, obligó a los españoles a firmar un tratado de paz con las fuerzas levantadas en armas, tratado que se llamó de «Barrionuevo».

Ya hacia el año 1550 la primera villa estaba casi desierta a causa de las incursiones de los llamados «negros cimarrones», quienes tomaron a San Juan como punto de paso entre el Cibao y los «manieles» de Neyba y Bahoruco, ocasionando daños en sus travesías. Estos negros cimarrones engrosaban continuamente las fuerzas de rebeldía encabezadas por Enriquillo. Finalmente, un gran terremoto puso fin a la primera villa de la Maguana, destruyendola por completo.

En el año 1542, un vecino de Yaguana, de nombre Antonio de Ovalle hizo asiento en la audiencia para refundar a San Juan de la Maguana. Así se fundó por segunda vez San Juan Y Ovalle fue su corregidor. A raíz de la invasión de Penn y Venables, realizada con tropas que desembarcaron en Azua, San Juan fue ocupada por los ingleses, quienes al resistirse incendiaron los ingenios y la villa situada en lo que hoy se llama La Culata.

En las guerras de la Independencia contra los colonizadores haitianos, San Juan alcanzó el singular privilegio de servir de escenario para una derrota significativa al ejercito invasor de ese país en la Batalla de Sabana de Santomé escenificada el 22 de diciembre de 1855.

MONUMENTO EN HONOR A LOS HEROES DE SANTOME

Comandaron las tropas dominicanas José María Cabral y Luna y Eusebio Puello. El emperador haitiano Soulouque, que esperaba la victoria en la sección de Punta Caña se tuvo que retirar apresuradamente, llevándose consigo sus sueños imperiales de la Isla.

La guerra restauradora contra España también dejó sus huellas en el glorioso pueblo de San Juan de la Maguana. Francisco del Rosario Sánchez (uno de los trinitarios de la República) vivió aquí su calvario patriota, cuando fue fusilado con sus compañeros expedicionarios, el 4 de julio de 1861, al protestar con las armas en las manos, contra la anexión al país Ibérico.

En el cementerio de la villa al pié de una guázuma, fue abatido el prócer insigne con sus compañeros de armas, por el pelotón de fusilamiento compuesto de dominicanos partidarios del General Pedro Santana.

Al tronco de esa vieja guázuma durmieron los restos mortales de Sánchez hasta que la sociedad republicana vino a exhumarlos, en el 1875, para darle sepultura en el Altar de la patria, junto a Duarte y Mella.

San Juan de la Maguana fue municipio o común perteneciente a la provincia de Azua, hasta el año 1939.

Algunos hechos históricos de importancia ocurridos en San Juan de la Maguana son: La rebelión de los esclavos negros, conocida como «cimarronada»; movimiento que se originó en Haina, repercutió en la provincia de San Juan, porque Sebastián Lemba (1513-1548), líder de los negros, se radicó por un tiempo en lo que hoy es la Sección de Sosa.

En el paraje de la Higuera vivió el cacique Enriquillo junto con su esposa Mencia y parte de su raza, en condición de servidores de un colono llamado Andrés Valenzuela. Es desde aquí que parte el movimiento conocido en la historia como «Rebelión de Enriquillo», que culminó con la paz de Enriquillo en 1533.

Enriquillo fue el primer guerrero en emplear la guerra de guerrillas en América.

La Batalla de Santomé epopeya gloriosa acaecida el 22 de diciembre de 1855, librada entre los ejércitos haitianos y dominicanos, resultando victorioso el ejército dominicano, al mando del general José María Cabral y Luna, donde se selló la Independencia nacional.

Levantamiento y muerte de Olivorio Mateo, en la montaña de la sección Maguana, en contra de las tropas norteamericanas que invadieron el país (1916-1924). Este movimiento de resistencia surge debido a las medidas arbitrarias impuestas por el régimen norteamericano, las cuales ponían en peligro la tenencia de la tierra y creencias de la región.

Nacimiento del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, en 1928, quien fuera héroe de la revolución constitucionalista de abril de 1965.

Y finalmente la Masacre de Palma Sola, ocurrida el 28 de diciembre de 1962, donde fueron perseguidos y masacrados los seguidores de Olivorio Mateo, por fuerzas militares. Este fue un episodio sangriento que costó la vida a cientos de dominicanos.

En San Juan se encuentra la Agüita de Maguana, que ubicada en la sección de Maguana Arriba, en la cual se práctica el sentimiento religioso de lo que se conoce como :Olivorismo», movimiento mesiánico que tiene figura a Olivorio Mateo.

Las fiestas patronales de San Juan de la Maguana se celebran los 24 de junio de cada año, día de San Juan Bautista.

FUENTE: Dr. Lorenzo Piña Puello

La ciudad San Juan de la Maguana

“Para 1777, según el padrón ordenado por el Gobernador José Solano y Bates, en San Juan de la Maguana existían unas 252 familias, lo que hace suponer que había un número igual de viviendas .

Hacia finales del 1800 el área comprendida entre las calles 27 de Febrero y Monseñor de Meriño era ya un caserío ; esta zona, ubicada al Oeste de la ciudad hasta el río San Juan, constituye en la actualidad una de las más tradicionales y más pobladas de San Juan de la Maguana, encontrándose en la misma la Catedral San Juan Bautista, el Parque Sánchez, la antigua casa de Lilís (ya destruida), la del General José María Cabral y Luna, etc.

Finalizando el siglo XIX, San Juan de la Maguana contaba con unas ocho calles: Las Carreras (hoy Monseñor de Meriño), Duarte, Sánchez, Mella, 16 de Agosto, Independencia, Colón y Capotillo. En este periodo, finales del siglo XIX, se inician las primeras construcciones programadas de la ciudad, con la llegada de dos carpinteros procedentes de las islas holandesas del caribe. Se trata de Guillermo Oscar Prince y su ayudante Carlos, de quienes afirma E. O. Garrido Puello que: “Oscar era blanco, rubio, tamaño proporcionado, de aspecto agradable, servicial y amistoso; Carlos, color oscuro de caoba quemada. Llegaron a San Juan de la Maguana a fines del siglo pasado, enviados por Lilís para la construcción del edificio que debería ocupar la Jefatura Comunal. El primero maestro carpintero; el segundo, ayudante”

El desarrollo urbano de San Juan de la Maguana

San Juan de la Maguana, al iniciar el siglo XX, es afectado por una ‘fiebre constructiva’ en toda su población (Id), como respuesta a la necesidad de superar el estado de abandono y atraso de su casco urbano, descrito como “una plaza bastante grande (…), un mercado de madera, unas cuantas calles formadas por casas también de maderas, la mayoría techada de yaguas o cana y frente a la plaza, remembranza de su pasado colonial, la Comandancia Militar y la Iglesia…”(23,10). Esta ‘fiebre constructiva’ cambió rápidamente la imagen de la ciudad. La casa construida por el maestro Guillermo Oscar Prince, estaba destinada a la Jefatura Comunal, y en ella funcionaron: “el Ayuntamiento Municipal Tesorería, Negociado de Cédula y por último, el Cuerpo de Bomberos Civiles”. Esta casa se encontraba ubicada en la calle Duarte, entre la Capotillo y la 16 de Agosto.

El maestro Prince también construyó las casas de Nicolás Michelén, la del Dr. Cabral, otras casas frente al parque Sánchez y la de Wenceslao Ramírez, en la calle Trinitaria esquina Duarte. Esta casa aún se conserva, al igual que la de Nicolás Michelén en la Colón esquina Independencia, muy parecida a la ‘casa de Lilís’ en la calle Duarte.

Para la década de 1920 fueron construidas otras casas, la mayoría de las cuales ha desaparecido, pero algunas aún existen, aunque en mal estado, tales como la del general José María Cabral y Luna, en la calle Gral. Cabral esquina Sánchez y en la misma esquina la de la señora Josefina Méndez Guillú. Esta casa aún conserva la fecha en que fue construido su piso (1929) y aunque está en mal estado físico también conserva sus materiales originales (madera y zinc).

En este periodo, las casas viejas comienzan a ser sustituidas por nuevas, mientras que otras sustituyen el techo de yagua y cana por zinc, y se echan los pisos de cemento en la mayoría de las casas del casco urbano.

El ayuntamiento aprovecha la presencia del maestro Prince para hacer el trazado de las calles de la ciudad; a él se debe la forma cuadrada del San Juan de la Maguana de la primera mitad del siglo XX, ya que “trajo en su mente las mismas formas en que se levantaban las ciudades en las Antillas Inglesas de donde él era oriundo”. El crecimiento de la ciudad ha ido variando el trazado original, produciendo su extensión hacia el Oeste, cruzando el río San Juan, generando más de 15 barrios en la zona conocida como ‘La Mesopotamia’, que fue afectada seriamente durante el ciclón David y la tormenta Federico en 1979. Volvió a ser ocupada por sus moradores y en el periodo de 1980 al 1998 se desarrolló en todas direcciones llegando a más del doble de las viviendas, de tal manera que con los efectos de las aguas generadas por el huracán Georges (1998), fue devastada y cubierta por completo de agua y residuos. Aunque originalmente se había propuesto prohibir la reinstalación de familias en esta zona, lo cierto es que al finalizar el 1999, gran parte de sus moradores ha retornado a ocupar sus antiguas viviendas.

Retomando el desarrollo urbano de San Juan de la Maguana, después del trazado de las calles de la ciudad se inicia, a partir de 1915, un proceso de construcciones de viviendas y comercios, primero en madera-zinc y luego en concreto.

El comerciante español, Felipe Collado Martín, construyó los primeros silos para almacenamiento de frutos. También Miguel Paniagua y Pedro J. Heyaime construyeron silos. “Probablemente fueron estos los primeros silos construidos en el país”(75,50). El primer edificio de concreto construido en esta ciudad se debió a Pedro J. Heyaime (74,104); es la casa que aún se conserva en buen estado, ubicada en la calle Colón esquina Independencia que lleva el nombre de La Francia y señala su fecha de construcción: 1927. Después de ésta, se sigue un periodo de construcción de importantes casas de concreto, fabricándose otras en el entorno del Mercado Público (Mercado Viejo) en las calles Trinitaria y Mella, principalmente.

Ya en el 1916, al inicio de la Ocupación Norteamericana, San Juan tenía unas 16 calles, de las cuales la Independencia era la principal. Otras calles estaban delineadas en el trazado hecho por Oscar Prince para el Ayuntamiento en 1915, pero aún no se construían o abrían.

Todavía en la década de 1920 San Juan de la Maguana tenía la apariencia de un enorme potrero con algunas calles y casas, como lo describe Garrido Puello “…sin otro adorno que el ganado que dormía tranquilamente bajo el cobijo protector de su cielo azul, iluminado de estrellas…” (23,10).

Ante esta situación, y en interés de explotar el potencial agrícola del Valle, el Presidente Horacio Vázquez emite un decreto el 23/11/1926, declarando los terrenos de la Común de San Juan de la Maguana como zona agrícola, conminando a los dueños de animales a recogerlos en un plazo de 5 días. Para ese momento ya se estaba construyendo el canal Juan de Herrera, bajo la dirección del Ingeniero Gautier. Este canal, inaugurado en ese mismo año (1926) contribuyó al desarrollo agrícola y a dinamizar la economía, coincidiendo este hecho con la inauguración del antiguo Puente sobre el río Yaque del Sur y la facilidad de comunicación terrestre hacia Azua, que era la capital de la provincia.

Al llegar Trujillo al poder, pone su atención en la Común de San Juan de la Maguana y para 1938 la eleva a categoría de Provincia, con el nombre de Benefactor. Se apropia de una enorme cantidad de tierra fértil (1,110,250.53 tareas), siendo la porción de terreno más grande que poseía la familia Trujillo en el país, figurando a nombre de María Martínez Vda. Trujillo (38,109). Una vez que Trujillo muestra interés por ‘su provincia’, que no era la única, se construyeron importantes obras a partir de 1940, tales como: el Hotel Maguana, el Palacio de Justicia, el antiguo convento de monjas y las escuelas eclesiásticas; todas estas construcciones en las proximidades del Arco de Triunfo, el cual había sido inaugurado el 1ero de enero de 1939, día en que se iniciaba la categoría de Provincia Benefactor. También fueron construidas a partir de la década de 1940, el antiguo Mercado, la glorieta municipal y los 3 puentes más importantes en el camino de Azua – después del puente del puente sobre el río Yaque de Sur -: Tenguerengue, Jínova y Mijo, además del puente sobre el río San Juan al Oeste de la ciudad.

También en la década de los 40 se construyó el primer acueducto y se instaló el sistema eléctrico. Para la década de 1950 se construyen las dos escuelas más importantes de la ciudad en esos momentos: la Mercedes Consuelo Matos y la Francisco de Rosario Sánchez, en los terrenos que había adquirido el Ayuntamiento. Con la construcción de estas obras y el edificio del Ayuntamiento y el Hospital Dr. Alejandro Cabral, se inicia el desarrollo urbano de la parte Este de la ciudad.

Hacia el Noreste se orienta el crecimiento de la ciudad cuando en 1962 “se realiza el primer proyecto de viviendas de bajo costo en la entrada de Mogollón” (Id) a cargo del INVI y que se denomina Ensanche La Fé. Antes de este proyecto de vivienda, la ciudad llegaba hasta la calle Domingo Rodríguez y hubo necesidad de abrir las calles Dr. Cabral y Mariano Rodríguez Objío, que sólo llegaban hasta la calle Caonabo. A partir de esta apertura se inició un proceso de urbanización en esta zona, con la participación del sector privado.